Roberto Sukerman y Alberto Muñoz encabezan una de las listas que darán pelea en la interna del Frente Justicialista para la Victoria en Rosario.
Roberto Sukerman y Alberto Muñoz encabezan una de las listas que darán pelea en la interna del Frente Justicialista para la Victoria en Rosario. El primero va por la Intendencia y el segundo encabeza la nómina al Concejo. Entre las propuestas del espacio se destacan la creación de una policía municipal y la creación de más comisaría y de fiscalías en los barrios. Además de mandar a los policías a las calles, relevándolos de las tareas burocráticas.
Sukerman, abogado constitucionalista de 40 años, actual concejal, docente universitario y ex jefe de la Ansés, dice estar preparado para relevar a Mónica Fein. “Quiero ser quien encare la transformación que necesita Rosario”, afirma.
Muñoz, actual Jefe de la Oficina Municipal del Consumidor, es un militante social con más de veinte años ligados a la defensa de usuarios y consumidores. En diálogo con La Capital, y bajo la consigna de “recuperar el orgullo de los rosarinos”, ambos repasaron los ejes de sus propuestas.
—La inseguridad es tema central de esta campaña, ¿cuál es la propuesta de su espacio?
(Roberto Sukerman) —Es la problemática urgente a resolver y que más preocupa a los rosarinos. Sin embargo, la intendenta Mónica Fein permanece como mera espectadora. El próximo intendente debe ponerse al frente de este problema y terminar con la inacción del socialismo. Se trata de un tema que trabajo desde hace tiempo. Soy autor del único proyecto de Policía Municipal presentado en la Legislatura provincial y posteriormente ante el Concejo. Expuse esta iniciativa hace más de dos años, lo que demuestra dista de ser un slogan de campaña. Creé la ordenanza de videovigilancia, sancionada por el Palacio Vasallo, y la de Rosario alerta 2.0, que incorpora la tecnología al servicio de la seguridad de los ciudadanos. Lamentablemente el oficialismo se encargó de poner palos en la rueda para su instrumentación.
—¿En qué consiste su proyecto de policía municipal?
(RS) —Tenemos una policía que no en su totalidad pero que en gran parte está viciada de corrupción y que actúa en complicidad con el narcotráfico, situación exige una reestructuración total del esquema de seguridad que marque un punto de inflexión y esté dirigido a que Rosario cuente con su propia policía. Una fuerza nueva, de prevención y cercanía; especialmente entrenada para combatir el delito; que esté en la calle y que dependa del intendente. La iniciativa plantea que los uniformados ya no realicen ningún tipo de tareas administrativas sino que estén abocados exclusivamente al patrullaje en las calles.
—¿Cuál es entonces el rol de las comisarías en este nuevo esquema?
(RS) —La propuesta establece el fin de las comisarías. Quienes cometen delitos deben alojarse en dependencias del Servicio Penitenciario. Los trámites administrativos tienen que realizarse en los centros municipales de distrito, al igual que las denuncias. El proyecto de policía municipal se anexa con el de descentralización de la Justicia, que también presenté ante el Parlamento local en 2011 y contempla la presencia de fiscales en los seis distritos municipales para que los vecinos puedan realizar sus denuncias. Lamentablemente, el socialismo tampoco hizo nada para ejecutarlo.
—¿Qué puede hacer el Concejo en materia de seguridad?
(Alberto Muñoz)—La seguridad es un problema público, no privado. Por tanto, resulta inadmisible que desde el Ejecutivo municipal hablen de “conflictos interpersonales”, desentendiéndose de su responsabilidad. Los concejales podemos colaborar en gran medida. Justamente el proyecto de policía municipal establece que el intendente designe conjuntamente con el Concejo al director de la policía. Sin embargo, no podemos solucionar la inseguridad solamente desde el punto de vista de la fuerza represiva. Estamos hablando de un problema complejo que debe ser abordado de un modo integral. Nosotros proponemos un plan de acción que tenga en cuenta la recuperación del espacio público, de las vecinales, los clubes de barrio, comedores, centros culturales, y todas las organizaciones que actúan como marcos de contención. Desde esta perspectiva, nuestras propuestas apuntan a la reconstrucción del lazo social en Rosario, hoy quebrado por el miedo y la inacción del Estado municipal y provincial.
—Muñoz, en caso de ocupar una banca ¿qué proyectos presentará en materia de defensa de usuarios y consumidores?
—Impulsaré un tribunal de faltas de consumo, que en ciudades más chicas que Rosario, como Baradero, ya existen. Esta propuesta se asocia a la inexistencia de una ley provincial de defensa del consumidor y a la no delegación en los municipios de la ley nacional vigente. Rosario se encuentra en un preocupante vacío legal. No hay rosarino que no haya tenido alguna vez algún tipo de inconveniente en las relaciones de consumo con empresas de bienes y servicios: el transporte, el agua, la luz, el gas, las tarjetas de crédito y los celulares.
—Muñoz habló de servicios. Otra de las demandas de los rosarinos es el servicio de transporte.
(RS)—El servicio de transporte en Rosario es altamente deficiente, lo que habla de la desidia del Estado municipal en otra de las políticas clave para el desarrollo de la ciudad. Un vecino que tiene que trasladarse de norte a sur tarda una hora y media, es decir que en un día hace lo que en tiempo representa un viaje a Buenos Aires. Es preciso generar un nuevo sistema de transporte público, con líneas troncales, transbordos, que sea inclusivo y sustentable. Estamos convencidos de la necesidad de recuperar los trenes de cercanía. Vamos a realizar las acciones que sean necesarias aprovechando la reconversión ferroviaria que se está dando en todo el país gracias al gobierno nacional.
—¿De qué modo?
(RS)—A la licitación de la primera etapa de la traza ferroviaria Rosario-Córdoba debemos sumar servicios que unan localidades como Roldán y Funes con Rosario y por qué no el tramo hasta Cañada de Gómez. Aprovechar los ramales con nuevos servicios significa la revalorización de la región metropolitana integrando los trenes al sistema de transporte local y regional.
—Sukerman, ¿qué cualidades cree que reúne para que lo voten?
—Pertenezco a una nueva generación y me formé toda la vida para ser intendente, a partir de la conjugación de lo técnico y lo político. A mis 40 años, me siento preparado para encarar esa responsabilidad. A lo largo de mi historia, tuve que superar diversos desafíos personales y estoy convencido que puedo trasladar esa superación a la ciudadanía; pues es así como pienso la vida: colectivamente. Hace dos décadas que ejerzo la docencia universitaria en Derecho. Soy abogado constitucionalista. Me desempeñé como director de Ansés en 2009-2011, donde di cuenta de mi capacidad de gestión. Rosario necesita un intendente presente, con coraje, decisión y voluntad política, que termine con la pasividad imperante. Debemos también recuperar el puerto, la industria, el desarrollo cultural, la conectividad y al empresariado local que deja una ciudad sin garantías. Rosario debe dejar de expulsar para incluir potenciando su mercado interno y vinculándose con el mundo. Quiero ser quien encare esa transformación.
Fuente: Diario La Capital