El concejal del FpV Roberto Sukerman presentó una iniciativa para generar en diversas áreas de la ciudad un mayor número de paradas.
El concejal del FpV Roberto Sukerman presentó una iniciativa para generar en diversas áreas de la ciudad un mayor número de paradas de taxis como consecuencia de los reiterados pedidos de usuarios que, por las distintas restricciones de los últimos tiempos, ven seriamente afectado el servicio.
«Con todas las restricciones impuestas, como los carriles y la prohibición de estacionamiento en áreas del centro de la ciudad, las paradas de taxis son cada vez más escasas y, cuando las hay, son ocupadas por terceros o contenedores de basura, evidenciando también la falta de control del municipio», afirmó.
En ese sentido, el edil expresó que «es necesario generar nuevos espacios de paradas de taxis en arterias donde no esté implementada la prohibición de estacionamiento o los carriles exclusivos, manteniendo la cantidad de paradas fijas existentes y agregando más paradas donde las actividades desarrolladas por los vecinos así lo requieran, no sólo en el centro sino en el resto de los barrios de la ciudad».
El proyecto amplía el número de paradas dentro del perímetro comprendido por el río Paraná, evenida Pellegrini y bulevar Oroño. Y crea nuevas por fuera del ámbito del área central, según el requerimiento de cada zona y a determinar por el municipio.
Paralelamente, traslada a las arterias perpendiculares inmediatas a aquellas paradas donde los taxis ya no pueden estacionar por la implementación de los carriles exclusivos.
Como parte de los festejos, la parroquia de Santiago y Mendoza permanecerá abierta hoy durante toda la jornada. Y habrá cinco misas: a las 7, 9, 11.30, 20 y 21.
El padre Juan Strada lleva sólo un año al frente de la parroquia. Sin embargo, conoce bien la historia del edificio religioso, el lugar donde se bautizó y tomó la primera comunión y la confirmación. “Prácticamente fui criado aquí”, dice, mientras repasa los pormenores relacionados con la construcción del templo que se fue ampliando a medida que crecía la cantidad de fieles.
La parroquia inició sus actividades en un edificio lindero al actual en 1929. Aportes de los fieles permitieron la compra del terreno donde, cinco años después, se inauguró la cripta que se construyó en pocos meses. “El 3 de junio se puso la piedra fundamental y el 8 de diciembre se inauguraron las obras”, recuerda el sacerdote.
La parte superior del templo se sumó más tarde. En 1958, se agregó el edificio de aspecto solemne, con paredes de piedra gris y techas rojas. Más recientemente, en 1986, se bendijo la gruta externa dedicada a la virgen, con una fuente de agua, plantas y flores. Un lugar que, sostiene el religioso, es uno de sus preferidos, “por la vitalidad que le imprime toda la gente que se acerca a rezar”.
Valor patrimonial. El edificio de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes y su entorno forman parte de una de las áreas de protección histórica del municipio dentro del área central. El sector está formado por unas 45 construcciones con distintos grados de resguardo patrimonial.
Las ordenanzas que establecen la necesidad de preservar los alrededores del templo advierten que, “desde 1927, el edificio de la parroquia constituye el símbolo más destacado del barrio que creció a su alrededor” y destaca que “este sector aún conserva características edilicias homogéneas que se pretenden mantener sobre calle Santiago”.
La parroquia también figura en las guías turísticas que proponen paseos religiosos, similares al tradicional recorrido por las siete iglesias de Semana Santa.
Junto a las parroquias de San Cayetano (Buenos Aires al 2100) o San José (Cochabamba y San Martín), el de Lourdes es uno de esos templos que ocuparon un lugar preponderante para la identidad de los barrios que fueron expandiendo los límites del casco histórico de la ciudad durante la segunda mitad del siglo XIX.
Fuente: La Capital