El edil presentó un proyecto para suspender la totalidad de la normativa que permite al municipio actualizar el boleto de forma automática, a raíz de la quita de subsidios al transporte público de pasajeros por parte del gobierno nacional.
El concejal justicialista Roberto Sukerman presentó un proyecto para congelar el precio del boleto hasta marzo del 2019, a raíz de la quita de subsidios al transporte público de pasajeros anunciada por el gobierno nacional. “El retiro del 100% de los subsidios nacionales implicaría que los usuarios deban abonar un boleto $8,47 más caro. Un aumento exorbitante como este, haría que una familia de cuatro integrantes que se desplaza dos veces por día deba hacer un gasto adicional de $1.355, lo que implica más de un 13% de un salario mínimo”, explicó el edil.
La propuesta busca suspender toda la normativa que permite la actualización automática por parte del Ejecutivo Municipal: “Es necesario tomar medidas urgentes porque entendemos que en los últimos meses del año y principios del 2019 será el momento donde la crisis afecte más fuertemente a los rosarinos”. También señaló que los subsidios constituyen un auténtico salario indirecto para el trabajador y la trabajadora rosarina, y su eliminación viene a cercenar un derecho fundamental como es el derecho a movilizarse.
En esta línea, Sukerman recordó que el boleto aumentó un 88,45% en lo que va del 2018, ocasionando que el número de pasajeros por kilómetro se encuentre en mínimos históricos: “Si se producen nuevos incrementos este fenómeno se agudizará”, sentenció. Además, enfatizó en la necesidad de “extremar los recaudos para proteger a los más débiles, porque tenemos la responsabilidad de garantizar los derechos que Macri busca cercenar”.
Para finalizar, remarcó que los recortes no sólo implican el traslado de la crisis sobre las provincias, municipios y comunas, sino que tienen un impacto directo sobre el bolsillo de los que menos tienen: “La crisis económica en la cual está inmerso nuestro país es producto de las políticas de total apertura y desregulación financiera. Esto ha deteriorado las condiciones económicas y sociales haciendo intolerante cualquier medida de este estilo sin romper parte del tejido social”.