El concejal y candidato a intendente por el FpV, Roberto Sukerman, sostuvo que el programa “es un parche que no termina con el problema de la recolección informal”.
El concejal y candidato a intendente de Rosario por el Frente Justicialista para la Victoria, Roberto Sukerman, sostuvo que el programa Andando, por el cual solamente 200 de los 1500 recolectores informales aceptaron entregar sus caballos es un fracaso.
“El plan es una medida parche que no termina con el problema de la recolección informal”, remarcó el concejal, quien además recordó: “Anticipamos su estrepitoso fracaso, el cual se inscribe en la falta de políticas responsables en materia de higiene urbana por parte de la intendencia”.
En el día previo a la finalización del plan Andando (según lo anunciado en su momento por el municipio), Sukerman hizo hincapié en la importancia de la separación de la basura en origen, por cuanto destacó “la falta de acciones verdaderamente comprometidas en la escisión de residuos, lo que contribuye al cirujeo, a que las personas se encuentren deambulando en las calles bajo circunstancias infrahumanas. El fracaso del plan Separe implica también el del proyecto Andando”.
Y en el mismo sentido, agregó: “La higiene urbana exige ser planificada y abordada de manera integral. No sólo debe pensarse en la eliminación de la tracción a sangre, sino además en terminar con el cirujeo. Una de las causas de este flagelo, se debe a la ausencia de políticas locales en materia de inclusión social de quienes trabajan con la basura y a las fallas de la separación de residuos en origen”.
“Desafortunadamente, el municipio no integró al sistema de gestión de los residuos a los recolectores urbanos, actores clave en el proceso, a quienes podría haber capacitado, informado y ofrecido alternativas serias para trabajar en condiciones dignas y ampliar sus derechos. El socialismo prefirió jactarse de la ficción de la ordenanza de Basura Cero, cuyas metas lejos están de alcanzarse. En lugar de atacar el problema de raíz, que reside en la exclusión social de miles de personas, y que lleva consigo problemáticas gravísimas, como el trabajo infantil, optó por hacer marketing”, agregó.
Finalmente, Sukerman indicó que “si la idea es terminar con la tracción a sangre animal, no podemos pasar a la tracción a sangre humana. Desde el Ejecutivo no se brinda a los recuperadores una motivación real para su actividad y organización laboral; de ahí el escaso acatamiento al programa. La intendencia ofrece bicicletas a las familias a cambio de sus carros en vez de poner el foco en la elaboración de políticas públicas de inclusión para las personas que día a día desarrollan esta labor en condiciones paupérrimas”.
Fuente: El Ciudadano